En el marco del Día Internacional de la Lucha Campesina, conversamos con Miriam Guadalupe Figueroa Vásquez, Rosa Onelia Leonardo Castillo, Adelita Fernanda Figueroa Vásquez y Mirian del Carmen Cruz Sánchez, todas integrantes de “La Otra Cooperativa”, una cooperativa guatemalteca integrada por mujeres y hombres con diversas experiencias organizativas, laborales y políticas, y con el compromiso de fortalecer las luchas populares que transformen las estructuras de discriminación, opresión y exclusión, a través de la educación, la investigación y la comunicación alternativa. “La Otra Cooperativa”, es grupo coparte de FCAM, a través del programa Justicia y Sostenibilidad.
¿Por qué es relevante visibilizar la lucha campesina?
Para nosotras como “La Otra Cooperativa”, es importante visibilizar los esfuerzos de campesinos y campesinas que luchan contra una gran brecha de desigualdad, que luchan por proteger la tierra-cuerpo-territorio, especialmente las mujeres. Es importante visibilizar, para concientizar y dignificar estas luchas.
Las mujeres hacemos luchas desde el hogar, el campo, lo comunitario, lo organizacional; somos construcción colectiva, llenas de conocimientos. Por lo cual es necesario crear conciencia de que existen formas de preservar y proteger nuestras semillas nativas y criollas, a través del conocimiento ancestral para hacer frente al cambio climático.
Con ello es evidente que deberían socializarse sus luchas y resistencias, puesto que ellas comparten estos conocimientos con otros grupos. Lo motivador es la diversidad de conocimientos que existen, mujeres sabias y poderosas con cada esfuerzo que realizan y sobre todo, estos esfuerzos son importantes de visibilizar, porque son temas a los cuales se les da poca atención y cobertura desde los medios de comunicación masivos.
¿Cuál ha sido el aporte de las mujeres campesinas en la lucha campesina?
Las mujeres protegemos y preservamos las semillas. Somos guardianas, traemos prácticas agroecológicas desde muchas generaciones, aportamos a nuestro hogar, comunidad, municipio. Las mujeres cuidamos la tierra, la defendemos desde nuestro territorio cuerpo, luchamos día a día con un sistema machista, racista y patriarcal que nos quiere calladas y sumisas. Aportamos a la economía familiar y también a la seguridad alimentaria. A través de nuestras siembras y cosechas velamos por el consumo sano y responsable de alimentos, protegemos el medio ambiente y su biodiversidad. “Las mujeres somos las que sacamos el país adelante”, indicó en una entrevista la compañera Julia Ramírez, quién es una lideresa comunitaria que trabaja en su huerto desde el patio de su casa.
¿Qué demandas han traído a la mesa?
De acuerdo a diagnósticos trabajados y demandas presentadas, tenemos: 1) Asignación de recursos a proyectos comunitarios para las mujeres, dirigidos a mejorar sus condiciones de vida, en donde por ejemplo tengan acceso a recursos básicos de calidad y calidez como el agua y la tierra para cultivar. 2) Acciones sistemáticas para proteger el medio ambiente. 3) Apoyo y acompañamiento a las comunidades que denuncian prácticas destructivas del medio ambiente. 4) Creación de espacios seguros para niñas y mujeres. 5) Implementación de alternativas productivas sostenibles para las mujeres. 6) Fortalecimiento de prácticas agrícolas orgánicas y sostenibles, mediante la recuperación, protección y preservación de semillas nativas y criollas.
¿Qué significa el feminismo para ustedes en el contexto de la lucha campesina?
Desde que las mujeres luchamos contra un sistema patriarcal, sexista, racista y violento, pero a la vez cuidamos y protegemos la Madre Tierra, nuestro cuerpo-territorio, nuestras semillas; desde ahí nos damos cuenta que luchamos por la soberanía alimentaria con feminismo, que nuestras luchas van unidas, desde que nos empoderamos, ya estamos despiertas luchando contra este sistema, asimismo, empezamos a luchar por la igualdad de género, por la justicia social, por la equidad, solidaridad, sororidad.
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