Nosotras, las mujeres de la comunidad indígena Qom de Santa Rosa, llevamos mucho tiempo intentando proteger nuestras tierras contra la rápida intrusión de proyectos extractivistas que han causado altos índices de deforestación y destrucción medioambiental en nuestro territorio, el Chaco paraguayo.
El conflicto al que nos enfrentamos ahora tiene que ver con un modelo de supuesto “desarrollo sostenible” que nos está imponiendo la ONG Fundación Paraguaya. La ONG, está plantando monocultivos industriales de eucaliptos en territorio Qom como parte del programa de la organización para “eliminar la pobreza”. Irónicamente, están siendo apoyados financieramente por nada menos que el Fondo Verde para el Clima (GCF).
Sin el consentimiento previo, libre e informado de la comunidad Qom, como lo exige la Declaración de los Derechos de los Pueblos Indígenas, en noviembre de 2021, la Fundación Paraguaya, plantó 20 hectáreas de eucaliptos en nuestra tierra. Líneas y líneas de succionadores naturales de agua.
Los eucaliptos son conocidos por dos cosas, primero crecen rápido, y segundo, consumen una cantidad excesiva de agua. Según el Centro Agroforestal Mundial un eucalipto promedio consume alrededor de 85 litros de agua por día y aquí en el Chaco no tenemos mucha agua. Como han sido plantados como Monocultivo, requieren una cantidad indiscriminada de fertilizantes y agroquímicos. Estos son altamente contaminantes y afectan directamente la vida y fertilidad de nuestros suelos y la seguridad de las aguas subterráneas de las que dependemos. Los pozos y las plantas frutales que sustentan nuestro modo de vida están amenazados.
Ahora los árboles miden más de metro y medio. Dentro de unos años, cuando se cosechen, sólo beneficiarán a 40 familias, no a toda la comunidad, y el suelo que están ocupando requerirá un enorme esfuerzo para ser regenerado si queremos volver a utilizarlo para nuestros cultivos. Nuestra organización “Organización de Mujeres Artesanas de Santa Rosa” de la comunidad Qom ha presentado denuncias ante las autoridades ambientales y ha realizado manifestaciones para dar a conocer nuestra situación. Sabemos que nuestra subsistencia depende del bienestar de nuestro medio ambiente y que es crucial mejorar la resiliencia de nuestro territorio frente al cambio climático. Por ello, hemos sufrido violencia física y amenazas.
Invertir en plantaciones de monocultivos de árboles es una falsa solución climática. En su lugar, los fondos deberían destinarse a preservar los ecosistemas y restaurar el ciclo natural del agua mediante el fortalecimiento de los derechos de las mujeres y las comunidades indígenas y su capacitación para proteger sus tierras llevando modos de vida respetuosos con el medio ambiente. De hecho, numerosos estudios demuestran que dejar que los bosques se regeneren de forma natural ofrece unos beneficios de captura de carbono un 97% superiores al establecimiento de plantaciones comerciales.
Nosotras, las mujeres de la Organización de Mujeres Artesanas de Santa Rosa, hacemos un llamado a los gobiernos para que garanticen que los recursos se desvíen de las plantaciones de monocultivos de eucalipto que dañan nuestros territorios y se reorienten hacia soluciones climáticas reales con justicia de género que estamos implementando nosotras, las mujeres y niñas de la comunidad indígena Qom.
La Organización de Mujeres Artesanas de Santa Rosa se dedica a defender los derechos culturales y socioambientales colectivos. Cuentan con el apoyo del Fondo Mujeres del Sur, que forma parte de la red de la Global Alliance for Green and Gender Action. Sigue a la Organización de Mujeres Campesinas e Indígenas Conamuri, que trabaja con mujeres rurales de 12 departamentos de Paraguay, incluida la comunidad Qom de Santa Rosa. También puedes saber más aquí: