Jardines de resiliencia: Cómo las mujeres Gond Adivasi están cultivando el cambio en medio de la crisis

En la reserva de tigres de Panna, en la India, la comunidad Gond Adivasi de la aldea de Umravan se enfrenta a una situación terrible. Desplazado en nombre de la protección de la vida silvestre, este pueblo indígena lucha por mantener su forma de vida tradicional.

Jardines de resiliencia: Cómo las mujeres Gond Adivasi están cultivando el cambio en medio de la crisis

En la reserva de tigres de Panna, en la India, la comunidad Gond Adivasi de la aldea de Umravan se enfrenta a una situación terrible. Desplazado en nombre de la protección de la vida silvestre, este pueblo indígena lucha por mantener su forma de vida tradicional.

by | Mar 11, 2024 | 0 comments

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En la reserva de tigres de Panna, en la India, la comunidad Gond Adivasi de la aldea de Umravan se enfrenta a una situación terrible. Desplazado en nombre de la protección de la vida silvestre, este pueblo indígena lucha por mantener su forma de vida tradicional. Sin embargo, un grupo de mujeres resilientes ha estado a la altura de este desafío. Han liderado un movimiento para cultivar huertos familiares, que no solo brindan seguridad alimentaria y apoyo muy necesario a las personas que sufren de tuberculosis y silicosis, sino que también representan una solución climática sostenible y con justicia de género. Su historia es un llamado a la acción para reconocer y financiar soluciones climáticas genuinas, con justicia de género y lideradas por la comunidad.

La comunidad Gond Adivasi, ubicada cerca de la Reserva de Tigres de Panna, está sufriendo un terrible suplicio. Muchas personas de la comunidad Gond Adivasi que viven en la aldea de Umravan se ven obligadas a abandonar su hábitat por un proyecto de conservación de tigres, que acusa falsamente a la comunidad de destruir el bosque y de ser una amenaza para la población de tigres. El eventual reasentamiento fue implementado de manera deficiente: las personas de la aldea no fueron informadas adecuadamente, muchas fueron intimidadas y obligadas a firmar su consentimiento, y se ignoraron el reconocimiento de tierras forestales para las personas agricultoras elegibles y los derechos de asentamiento en virtud de la Ley de Derechos Forestales de la India (FRA). Sin recursos ni tierra, muchas personas de la aldea migran y trabajan en actividades peligrosas, explotadoras e informales en minas de diamantes y piedra en áreas cercanas, lo que ha generado una alta incidencia de enfermedades respiratorias como tuberculosis (TB) y silicosis para las personas migrantes de la comunidad.

Este desplazamiento no sólo ha dispersado a la comunidad, sino que también ha perturbado el equilibrio ecológico. Los árboles de ranúnculo (mahua), que alguna vez fueron abundantes en el área, ahora producen menos cada año, y las especies invasoras se van tomando el terreno, alterando la biodiversidad que la comunidad ha preservado durante tanto tiempo. La contaminación de las actividades mineras ha mancillado los cursos de agua, intensificando los conflictos entre la vida silvestre y las personas que permanecen en la comunidad. Todo esto muestra la alteración de la armonía de la comunidad Gond Adivasi con la naturaleza, lo que ha ocurrido como consecuencia del desarraigo de su tierra ancestral.

Esta agitación ha afectado desproporcionadamente a las mujeres, quienes llevan la carga de conseguir agua y leña mientras mantienen a sus familias en estas duras condiciones. Las mujeres de la comunidad son guardianas del conocimiento tradicional indígena y ecológico. Tienen un profundo conocimiento de las propiedades medicinales de diversas plantas, la identificación y el uso de vegetales silvestres, las complejidades de la conservación del agua y una capacidad innata para leer y responder a los patrones climáticos, todo ello entrelazado con sus prácticas agrícolas, que están en sintonía con estos ciclos naturales. Este conocimiento invaluable, transmitido de generación en generación, corre el riesgo de perderse. La separación forzada de estas comunidades indígenas de sus tierras ancestrales amenaza con cortar la cadena de transmisión de conocimientos, poniendo en peligro su aporte a la mitigación del cambio climático y las estrategias de adaptación para las generaciones futuras. Este escenario subraya una sombría realidad sobre cómo los esfuerzos de conservación ambiental pueden pasar por alto a las mismas personas que han sido protectoras y cuidadoras de estas tierras durante generaciones y, por lo tanto, constituyen falsas soluciones climáticas.

En respuesta a esta crisis, las mujeres de Umravan han recurrido a una solución innovadora para restaurar sus patios traseros y las pequeñas parcelas de tierra a las que todavía tienen acceso, como vívidas huertas familiares. Estas huertas son más que simples parcelas de cultivo; son un reflejo de la esperanza y la resiliencia de las mujeres de la comunidad Gond Adivasi. A medida que las verduras comienzan a crecer, las mujeres se esfuerzan por cuidar los cultivos que prometen seguridad alimentaria y sostenibilidad para su comunidad, a quienes se les niega el acceso a las tierras y bosques que siempre han considerado su hogar. Para mantener estas huertas, también implementaron la solución de motores solares para extraer agua del pozo comunitario directamente a estas huertas. Hoy en día, no sólo utilizan el excedente para vender y obtener ingresos, sino que también utilizan esta misma huerta para proporcionar los alimentos nutritivos que tanto necesitan las personas que fueron desarraigadas y obligadas a vivir con tuberculosis y silicosis. Lo hacen mientras continúan sus esfuerzos de incidencia ante las autoridades por sus derechos sobre la tierra y las alientan a alejarse de soluciones falsas y acercarse a soluciones en las que la relación simbiótica indígena con la naturaleza y los bosques continúe prosperando.

Queremos resaltar la necesidad de una financiación climática que apoye nuestra coexistencia con la naturaleza. Nosotras, las mujeres, pedimos un apoyo que tenga en cuenta nuestras necesidades locales, incluyendo la garantía de oportunidades de medios de vida para prevenir la migración, y acceso urgente a energía limpia para cocinar y satisfacer nuestras necesidades diarias. Es hora de priorizar acciones que beneficien directamente a las comunidades locales y a las mujeres.

– Dhaatri, un centro de recursos para mujeres y niños

La historia de las mujeres Gond Adivasi es un llamado a una reevaluación del enfoque de las autoridades hacia el financiamiento climático y la conservación ambiental. Destaca la necesidad de un cambio hacia soluciones que sean genuinamente inclusivas y consideren las realidades socioeconómicas de las comunidades vulnerables. Se insta a la comunidad mundial a reconocer y apoyar soluciones nativas como las huertas familiares de Umravan. y abogar por soluciones descentralizadas de energía alternativa, al mismo tiempo que se promueven prácticas conservadas por la comunidad de protección de los ecosistemas en lugar de crear fortalezas de conservación que impidan el acceso de la comunidad. Esto exige una redirección de los recursos hacia soluciones lideradas por las comunidades locales, especialmente las mujeres, niñas, personas trans, intersexuales y no binarias, y defender sus derechos a la tierra y a un medio ambiente saludable.

Dhaatri, un centro de recursos para mujeres y niños, ha estado trabajando activamente con la comunidad Gond Adivasi en Panna desde 2015. Su principal objetivo ha sido amplificar las voces de las mujeres adivasi y apoyarlas para hacer valer sus derechos forestales y reclamar los derechos que les corresponden. La organización colabora estrechamente con mujeres y comunidades locales para demostrar enfoques eficaces para restaurar los medios de vida, los bosques, las prácticas de conocimiento y promover la seguridad alimentaria y las energías renovables para la justicia de género. A través de talleres de campo e intercambios de conocimientos, Dhaatri trabaja para dotar a las mujeres de habilidades esenciales, comprensión de las leyes y procedimientos, y estrategias para abordar eficazmente los desafíos que enfrentan. Dhaatri cuenta con el apoyo de Both ENDS, miembro de la Alianza Global para la Acción Verde y de Género. 


Esta es una historia entre muchas de la Alianza Global para la Acción Verde y de Género (GAGGA), donde mujeres, niñas, personas trans, intersexuales y no binarias de comunidades locales e indígenas están a la vanguardia de la lucha por la justicia climática y ambiental contra falsas soluciones climáticas. Ahora es el momento de aportar recursos a las soluciones climáticas transformadoras lideradas por mujeres, niñas, personas inter, no binarias y trans, y detener la inversión en falsas soluciones climáticas. ¡Comprometa su apoyo para defender los derechos humanos e invertir en el liderazgo de las mujeres en soluciones climáticas con justicia de género!

GAGGA estará presente en CSW68 entre el 11 y el 22 de marzo de 2024. Para conocer oportunidades de colaboración y obtener más información, contacte a Noemi Grütter, Co-Coordinadora de Incidencia y Colaboraciones de GAGGA: n.grutter@fondocentroamericano.org. Para obtener información adicional sobre este artículo y Dhaatri, un centro de recursos para el trabajo de mujeres y niños, y para conectarse directamente, comuníquese con Saraswat Mandarapu, coordinadora de medios, en saraswat@dhaatri.org.

Esta historia y las acciones de GAGGA en la CSW68 cuentan con el apoyo de Global Affairs Canada y el Ministerio de Asuntos Exteriores de Holanda. Su aporte ha sido fundamental en los esfuerzos de GAGGA para resaltar cuestiones y voces críticas en la CSW68.

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